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La Freeman-Custis Expedición

La Gran Excursión

By Dan FloresJoseph A. Mussulman

Narrado en español, Daniel Flores cuenta la historia de una exploración paralela, la Expedición Freeman-Custis.

Available in English

Transcripción y comentario:

Pienso que, probablemente, la cosa que más resalta inmediatamente acerca de esta expedición, es que hubo una segunda expedición al Territorio de Louisiana, otra Expedición Lewis y Clark, por decirlo así, pero no dirigida por Lewis y Clark. Thomas Jefferson tenía claramente en la mente que Meriwether Lewis y William Clark condujeran una expedición singular , que atravesara los ríos Missouri y Columbia, pero Jefferson nunca se hizo a la idea de que ésta fuera la única parte de Louisiana que debía ser explorada. De hecho, casi desde el principio, estaba igualmente interesado en los tramos del sur de Louisiana. Y creo que parte de la razón de que el sur de Louisiana le atraía de la forma que lo hacía era porque el límite de la Adquisición de Louisiana en su lado suroeste era igualmente vago en el sentido de dónde marcarían una línea divisoria los americanos y dónde la marcarían los españoles en sus respectivos tramos imperiales. Era igualmente tan vago como el límite del noroeste entre los confines ingleses y los estadounidenses en el otro lado de la Adquisición de Louisiana.

Y así Jefferson intrigado no sólo por su esperanza en resolver la cuestión de límites, sino al comenzar a aprender más y más acerca de . . . la parte suroeste de lo que es actualmente Los Estados Unidos, empezaron a fascinarle las posibilidades de algún tipo de comercio—que fue siempre uno de sus intereses en la exploración del oeste—y también qué posibilidades emergerían de la exploración de Louisiana para el estudio de la ciencia, la geografía y la historia natural. De modo que tan pronto como en 1804, aun antes de que Meriwether Lewis y William Clark partieran para subir por el río Missouri, Jefferson escribió a Meriwether Lewis. Le dijo . . . “el objetivo de tu viaje es singular,” y siguió con la descripción de la subida del Missouri y la bajada del Columbia.

Y dijo, también: voy a intentar mandar una expedición río Red arriba—que era el afluente más sureño del Missouri viniendo del oeste—y dijo: esa expedición subirá entonces por el río Red, atravesará el nacimiento del río Arkansas—que era el próximo río—pasando por la boca del Mississippi, arrivando por el lado oeste del Mississippi. La expedición recorrería, pues, estas dos cuencas del sistema del río Mississippi.Esa expedición conduciría un equipo americano al suroeste.

El Viaje Olvidado

Puede ser que la segunda cosa intrigante acerca de esta expedición rumbo al suroeste sea que casi nadie se ha enterado de ella. Y existe en realidad una buena razón para ello.

Esta expedición no fue, como el mismo Jefferson lo declaró al Congreso en 1807, ni de cerca, tan exitosa como la de Lewis y Clark. Las razones por las que no tuvo tanto éxito tienen que ver con el embrollo diplomático de aquellos tiempos, y con el hecho de que Jefferson lanzó esta expedición hacia una parte del oeste que era mucho más accesible a otros poderes europeos que lo que nunca fue la espedición de Lewis y Clark río Misuri arriba. Porque tenía como meta el río Red, así como sólo con esperanzas el río Arkansas, una expedición al suroeste conduciría a los exploradoroes de Jefferson a los límites del territorio español, de hecho, a unas cien millas de los más cercanos presidios y misiones españolas, en lo que es hoy Texas.

Y el hecho de que esta expedición, como Jefferson la diseñó, iba a rozar, o hasta penetrar en territorio español, hizo posible que los españoles reaccionaran de un modo que no podrían reaccionar a la de Lewis y Clark. Los españoles tuvieron la esperanza de parar a Lewis y Clark en algunas ocasiones. No pudieron hacerlo con éxito, pero España, en el caso de la expedición del suroeste, pudo mandar una expedición a pararla.

Limites

La cuestión del límite de la adquisición de Louisiana era desde luego un punto crítico para cualquier exploración, sea hacia los tramos del norte, sea a los del sur del territorio comprado. Y yo pienso que el tema del límite del sur era especialmente vejatorio para la administración de Jefferson, en parte porque Louisiana fue adquirida de un gobierno francés que en realidad no había poseído realmente Louisiana en algo así como treinta y cinco años. Lo que Napoleón llamó una retrocesión de Louisiana a Francia en 1800 solamente duró tres años. Y fue un tiempo tan breve que Francia nunca envió ninguno de sus oficiales a Louisiana para tomar posesión del manejo y control de esa provincia.

Y así para determinar la línea divisoria entre las posesiones españolas y las americanas, ambos investigadores españoles y americanos tenían que retroceder con la mirada unos treinta y cinco o cuarenta años para intentar determinar qué límite había sido el de Louisiana . . . o, entre España y Francia, la adquisición de Louisiana, el área de Texas, años atrás cuando ambas potencias habían estado en el continente.

De hecho, había una publicación importante de todo esto, de un sacerdote español llamado Padre Picardo, que trató de refutar la reclamación americana en cuanto hasta dónde estaba el límite. La razón por la que Picardo pensó que debía refutar la reclamación americana fue porque Jefferson, haciendo investigación en su propia biblioteca, concluyó que la línea divisoria real de la adquisición de Louisiana en su lado suroeste era el Río Grande, lo que significaba que todo Texas y la mitad de Nuevo México terminaría en realidad siendo posesión de los Estados Unidos.

España, desde luego, no estaba dispuesta de ningún modo a aceptar tal reclamación. Pienso que se podría decir que ese tipo de reclamación sería en su mejor acepción espuria. Se basaba en una colonia francesa de corta duración en los años 1680. De modo que España afirmaba que el límite de la adquisición de Louisiana se extendía desde el río Sabine en dirección norte hasta el río Missouri. España superó a Jefferson en la reclamación grandiosa del oeste. Y eso significó esencialmente que todo el territorio entre el río Missouri y el río Grande estaba disponible para quien lo tomara. Estaba a la espera de alguna resolución. Y pienso que una de las razones de que el río Red del sur llegó a ser el lugar donde Jefferson decidió mandar una expedición fue que serviría de un límite de compromiso apropiado entre el río Grande y el Missouri.

El Plan de Jefferson

Uno de los asuntos sobre la Expedición al suroeste río Red arriba en el sur que lo hace más intrigante es que, como la Expedición de Lewis y Clark—y contrario a las expediciones de Zebulón Montgomery, por ejemplo, que ocurrió durante el mismo periodo, en la primera década del siglo 19—esta expedición fue diseñada y puesta en acción por el mismo Thomas Jefferson. Así que fue una de dos expediciones, la otra fue la de Lewis y Clarck, que en realidad fue tramada y planeada desde Monticello, y desde Washington D.C. durante la administración de Jefferson.

Lleva el sello de Jefferson por doquier. De hecho, hasta existe una carta descubierta en los primeros años de los 1980—pienso haber sido yo la primera persona en cruzarme con esta carta—que es una carta con las instrucciones para la exploración que Jefferson redactó en abril de 1804 para quienquiera que viniera a ser el líder de la Expedición del suroeste. Y se trata de una carta con instrucciones de exploración que es extremadamente semejante a la que entregó a Meriwether Lewis. Es distinta, desde luego, en cuanto a qué ríos van a ser explorados, pero en cuanto a cómo los exploradores del suroeste deben tratar a los indios, los pasajes que tratan de esa parte de la carta son pero que muy semejantes a los de la carta de Jefferson a Meriwether Lewis. Con un poco más de obligación por parte de los exploradores del suroeste para que atraigan a las tribus indias al lado de los Estados Unidos, porque, después de todo, estos indios son los que regularmente comercian con las autoridades españolas en Santa Fe y en San Antonio.

De modo que Jefferson tiene mucho interés en que sus exploradores regalen banderas americanas, y digan a los jefes de las tribus como los Caddos y Witchitas y Comanches y Kiowas, por ejemplo, que los Estados Unidos es su nuevo gran padre  con quien tendrán que tratar.

También la carta es muy explícita y de nuevo muy semejante a la de Meriwether Lewis en cuanto al componente científico de investigación. Enumera, por ejemplo, cómo el naturalista de la expedición, quienquiera que llegara a serlo—Jefferson no había nombrado un líder o un naturalista en 1804—la carta explica cómo el naturalista escribiría una descripción, una descripción científica, y recogería ejemplares de toda nueva especie que fuera desconocida en los estados del este, tomar la temperatura del aire y del agua cuatro veces al día, guardar cuidadosamente los documentos de las tribus indias encontradas, la mitología y las lenguas, etc., de aquellas tribus. Fundamentalmente, el naturalista haría lo que hoy conocemos como etnología, o etnografía, antropología básica de campo entre las tribus indias del suroeste.

La carta incluye también un pasaje muy interesante, y vale la pena mencionarlo, porque no se originó al describir la exploración del suroeste. En realidad se hizo con la carta de Meriwether Lewis. Mas es un pasaje que llegó a ser de importancia crítica para la Expedición del suroeste. Y el pasaje, parafraseado toscamente, dice así: Jefferson dijo: Si se entrentan con una fuerza, autorizada o no autorizada por una nación, opuesta irrevocablemente a que ustedes continúen río arriba, queremos que ustedes—refiriéndonos con la forma de nosotros  a la administración—queremos que se den la vuelta y regresen con cualquiera información que hayan recogido hasta este punto, mejor que intentar forzar el camino adelante.

En otras palabras, Jefferson decía a sus exploradores que sus vidas eran demasiado valiosas para arriesgarlas. Y de hecho la carta incluye una frase con ese tono. Sus vidas son demasiado valiosas para arriesgarlas en un encuentro violento y peligroso, sea suroeste.

La carta incluye también un pasaje muy interesante, y vale la pena mencionarlo, porque no se originó al describir la exploració del suroeste. En realidad se hizo con la carta

Equipando

Esta exploración del suroeste—la cual, por cierto, a Jefferson y a los principales involucrados, les dio por llamar La Gran Excursión—pienso que tiene en realidad un cierto tono interesante de fondo histórico en cuanto a cómo fue equipada, y cómo fue nombrada. Porque claramente no había un segundo Meriwether Lewis en la casa de Jefferson, que dirigiera una segunda expedición al oeste. Y yo pienso que eso proviene del hecho de que le tomó a Jefferson casi dos años para encontrar un líder adecuado para la Expedición del Suroeste.

Otro elemento acerca de la Expedición y su tripulación y equipamiento que es interesante es que a algunos miembros de la comunidad científica en el tiempo de la Expedición de Lewis y Clark, les preocupaba que Jefferson confiara a Meriwether Lewis el componente científico de la Expedición Lewis y Clark, quien era esencialmente un científico aficionado, que había seguido algunas semanas de cursos intensivos en Filadelfia con el fin de prepararlo para todo aquel despliegue de descubrimientos que esperaban hiciera él. Y aún así, Lewis no se aprovechó de llevar un naturalista profesional en aquella expedición.

Un tercer aspecto de la Expedición de Lewis y Clark que probablemente tenga relación con la investigación del suroeste, el cual ha plagado a los estudiantes de la expedición por dos cientos años ahora, es el que Lewis y Clarck casi no nos deparen ninguna imagen visual. Garabatearon algunos dibujos en sus diarios a lo largo de dos años y medio del curso de la Expedición, pero por lo general, para prever lo que era el oeste entre 1804 y 1806, debe uno tener bastante imaginación al intentar extrapolar las palabras de Meriwether Lewis en imágenes visuales.

La Expedición del Suroeste, por otra parte, no sólo va a llevar un naturalista profesional adjunto, lo que responde a la crítica de las habilidades y cualificaciones de Meriwether Lewis, sino que también incluiría un dispositivo llamado cámara oscura (see Camera Obscura) entre otros muchos artefactos tecnológicos para una exploración puesta al día, lo cual iba a permitir al grupo suroeste tomar actualmente perfiles del paisaje. Esa caja de la cámara oscura es un precursor de la cámara moderna. El grupo suroeste la llevó consigo, mas ninguna imagen tomada con ella ha llegado hasta nosotros. Así que no sabemos si en realidad usaron la cámara oscura alguna vez, pero al menos tenían la capacidad para hacer imágenes visuales.

La expedición duró desde cerca del dos de abril hasta el primero de septiembre de 1806. Sin embargo fue bloqueada por la fuerza española el 29 de julio de dicho año. De hecho, el capitán Richard Sparks fue promovido un grado, a mayor, creo, más tarde, en el otoño, como resultado de sus acciones defensivas cuando el grupo se enfrentó con los españoles, y su promoción fue trasladada a la fecha del 29 de julio.

La bajada del río, del 29 de julio al primero de septiembre, no fue exploratoria, de hecho, cuando regresaron a la aldea Alabama Cashatta por encima del Gran Raft, pidieron en realidad caballos prestados de los indios y dieron un rodeo alrededor del Gran Swamp/Ciénaga esta vez, y llegaron de nuevo a Nacogdoches el primero de septiembre. Podría hacer notar que es éste el mismo mes en que Lewis y Clark llegaron a St. Louis después de 28 meses, y 8.000 millas de Expedición al Pacífico.

En Busca de Liderazgo

La Expedición tiene una historia que dura desde 1804 a 1806 antes de ser lanzada a los parajes salvajes del oeste de Norteamérica. Y esa historia implica un periodo de dos años en busca de líderes, una búsqueda que envolucró de hecho a muchos de los nombres cintíficos más famosos de la temprana historia americana. Ese es uno de los aspectos perplejos de la Expedición en cuanto a su casi-invisibilidad, pienso y, que involucrara gente como Alexander Wilson, conocido hoy como el Padre de la Ornitología americana; Constantine freeman y Rafinesque, que era uno de los grandes naturalistas, un tipo un poco errático, pero uno de los grandes naturalistas del siglo 19; William Bartram, que era famoso mundialmente en el tiempo en que Jefferson le preguntó si estaba interesado en tomar parte en la Expedición Suroeste; tenía sesenta y cinco años en ese tiempo, sin embargo, y la oferta de Travels in North America/Viajes en Norteamerica de tomar parte en la Expedición no le interesó.

Pero esos dos años de preparación antes de la Expedición que partió en 1806 inplicó no sólo el buscar gente para dirigir la expedición, sino también un complejo equipaje que esencialmente recogió telescopios, cronómetros, sextantes, materiales de intercambio para los indios del oeste; dos barcas de fondo plano especialmente construidas para subir por los ríos poco profundos del suroeste. Ahora bien eran barcas enteramente experimentales—no se habían construido antes nunca. No sabemos a ciencia cierta apenas cómo funcionaron en la Expedición, ya que la Expedición no penetra lo suficiente en el suroeste para determinar cuan bien lo hubieran hecho en los ríos poco profundos. Pero se trata de una expedición muy bien equipada, y una de las razones para ello era que Jefferson obtuvo del Congreso una apropiación del doble de dinero para esta Gran Excursión al suroeste que la percibida para la de Lewis y Clark. El Congreso había provisto la magnífica suma de dos mil quinientos dólares para Lewis y Clark. Lewis, desde luego, tenía vales gratis del Departamento de Guerra a través de Jefferson, y terminó gastando unos treinta y ocho mil dólares en la Expedición Lewis y Clark.

El Congreso apropió cinco mil dólares para la Expedición Suroeste, y llegó a costar, después de todo lo dicho y hecho, unos ocho mil setecientos dólares. Habría costado probablemente más, excepto por el hecho de no haber cumplido sus objetivos.

Ensayo de Viaje

El encontrar un líder para esta Expedición del Suroeste resultó ser en realidad una tarea difícil en la temprana América. Jefferson, bastante pronto en el proceso, decidió conseguir la ayuda de un científico escocés expatriado que vivía en Natchez, Mississippi, cerca del nacimiento del río Red del sur. Tenía por nombre William Dunbar.

Era un personaje muy famoso en la historia temprana de América. Vivía en una plantación que él apodó The Forest/El Bosque en las afueras de Natchez, donde se le atribuía tener el mejor observatorio astronómico en la América de Jefferson. Publicaba regularmente en la Edinborough Review/Revista Edinborough; era un tipo de celebridad trasatlántica.

Y ya que él se encontraba en el escenario, por decirlo así, en el suroeste, Jefferson decidió preguntar a Dunbar si jugaría un papel en la Expedición. Pienso que Jefferson posiblemente tenía la idea de que Dunbar dirigiera la Expedición. A Dunbar le intrigó eso—le dio vueltas a la idea, pero lo que aceptó hacer fue actuar como director de la Expedición en la escena/in situ. Y así esta investigación del oeste, la Gran Excursión del suroeste, resultaría en ser equipada, en sus últimas etapas, en la casa de Dunbar, fuera de Natchez, Mississippi.

William Dunbar tenía un amigo en Filadelfia llamado Doctor George Hunter, que era químico. No un conocido naturalista, pero sí un naturalista que contaba con cierto entrenamiento en Europa. Y Dunbar y Hunter decidieron, en el invierno de 1804 y 1805, ejecutar lo que llegó a ser una expedición ensayo de la Gran Excursión del Suroeste. Con dieciséis hombres condujeron una investigación corta de cuatro meses río Washita arriba, un afluente del río Red, en lo que es hoy las Montañas Ozark de Arkansas, de hecho, al campo de Hot Springs. Ambos hombres tenían unos cincuenta años. Eran los primeros exploradores , de hecho, en mandar un informe desde el Territorio de Louisiana. Y, no menos que John James Audubon, escribiría más tarde que el doctor George Hunter era aquel renombrado hombre de Jefferson. George Hunter fue conocido como un explorador de Jefferson durante el resto de su vida, y vivió hasta entrados los años 1830.

Esta pequeña expedición, ente ensayo de viaje a las Montañas Ozark de Arkansas, en el invierno de 1804 y 1805, convinció a ambos Dunbar y Hunter, sin embargo, de que no querían tomar parte en la Gran Excursión río Red arriba. Y así las esperanzas de Jefferson de que aquellos dos hombres lideraran la gran exploración al suroeste, se disolvieron tras la expedición al territorio de Arkansas.

Dunbar, sin embargo, continuó actuando de director en escena/in situ, y él y Jefferson guardaron una fenomenal correspondencia en 1805 y 1806 mientras Jefferson y Dunbar intentaban encontrar líderes para esta investigación del suroeste. [Para más, vea Hunter and Dunbar Expedition.]

Freeman y Sparks

Con el tiempo, seis líderes distintos fueron considerados para la Expedición Río Red-Arkansas. Finalmente, en noviembre de 1805, Jefferson se decidió por un joven que parecía tener unos treinta y cinco años—no sabemos exactamente la edad que tenía—cuyo nombre era Thomas Freeman.

Thomas Freeman, al contrario de Meriwether Lewis, no era un oficial del Ejército Americano, era civil. Era un ingeniero civil y topógrafo que, de hecho, era un inmigrante irlandés en los Estados Unidos. Tenía una variedad de contactos políticos por todo el espectro de la América temprana. Era amigo de Alex Hamilton, por ejemplo, del Partido Federalista. Jugo un papel en la topografía/agromensura de Washington, D.C.

Y parece haber sido llevado a la atención de Jefferson por William Patterson, aquel matemático de la Universidad de Pennsylvania, quien había hecho de tutor de Meriwether Lewis. Patterson sugirió a Freeman en el verano de 1805; y en noviembre de 1805 Freeman cenó privadamente en la Casa Blanca con Thomas Jefferson, donde Jefferson, después de dos años de búsqueda, finalmente le entregó aquella carta de instrucciones, y escribió Para Thomas Freeman, Esquire en la parte superior de ella.

Así finalmente ya tenía Jefferson un líder para su expedición. Era un líder civil, sin embargo, y ese es uno de los aspectos de este grupo que le diferencia del de Lewis y Clark. Es dirigida por civiles más que por militares americanos.

A Jefferson le preocupaba, sin embargo, que un destacamento militar iba a tener que ser añadido a la Expedición, y así, con el consejo de Meriwether Lewis, que había asesorado cuidadosamente a todos los oficiales del Ejército Americano (see Lewis’s Report on Army Officers, Jefferson eligió a uno de Virginia de nombre Richard Sparks, capitán Richard Sparks, para dirigir el contingente militar que iría adjunto en esta investigación del suroeste.

Naturalista

Y eso, por cierto, dejó por cubrir el puesto de naturalista. Y como mencioné , esa búsqueda incluyó discusión con William Bartram, Rafinesque. Alexander Wilson ansiaba profundamente obtener el puesto de naturalista en la expedición, y por medio de William Bartram entregó una carta de solicitud a Jefferson en febrero de 1806; anduvo en ascuas durante la primavera de 1806 esperando una respuesta de Jefferson, la cual jamás llegó.

De hecho, el biógrafo de Wilson acusó a Jefferson de caer en desgracia al no molestarse en responder a la carta de solicitud de Alexander Wilson. He buscado la carta de solicitud de Wilson entre las cartas de Jefferson, y no la he encontrado. He dado con la carta de presentación de Bartram, pero la carta de Wilson no está allí, y yo me pregunto si Jefferson la recibió. En todo caso, para cuando llegó la carta de solicitud de Wilson, Jefferson había ya elegido un naturalista para para el grupo.

Se llamaba Peter Custis. Era estudiante de medicina en su último año en la Universidad de Pennsylvania, estaba trabajando bajo la dirección de Benjamin Smith Barton, el botánico más famoso de America en ese tiempo y que era otro de aquellosado de Albemarle en Virginia—era ése también el condado de Meriwether Lewis. Custis provenía también de una familia prominente de Virginia relacionada con los Lees y los Randolphs y aun también con el Presidente Washington. La señora de George Washington, Martha Custis, había estado casada con un Custis antes de casarse con George Washington.

Jefferson no parecía conocerlo a él personalmente y escribió que espero haber adquirido un buen naturalista. Lo que adquirieron en Peter Custis parece haber sido unjoven que tenía destrezas científicas superiores—es el primer naturalista americano entrenado académicamente para explorar en el oeste. Sin embargo, no parecía haber tenido ninguna experiencia de campo hasta el momento. Y como resultado de esa falta de experiencia de campo, y posiblemente como resultado de llevar consigo algunos libros para identificar plantas en el campo, experimentó algunos problemas. Mas fue definitivamente el americano mejor preparado para tomar parte en una expedición exploradora durante toda esta época. De modo que es algo así como un personaje fundamental en la ciencia americana del oeste.

Custis describió dos cientas sesenta y siete especies de plantas y animales, y uno no podría identificar más de cincuenta de ellas en las versiones publicadas. Porque King . . . no sé lo que pasó, pero él no podía leer aquellos binomios latinos, ni se molestó en tomar tiempo para consultar con Custis o buscarlos, y quedó corto de intentarlo.

Recelos Espanoles

Y además la otra cosa, por cierto, es que eso tiene lugar en medio de una quasi-guerra con España, la conspiración de Burr. Jefferson parecía como que estuviera contento de no llamar la atención a ella. El National Intelligencer,que era el periódico de la administración, no incluyó nunca ni una sola línea sobre eso. Si bien publicó un artículo en primera página sobre todo el asunto del enfrentamiento de las fuerzas armadas en el suroeste, y la conspiración de Burr, y lo demás, nunca mencionó ni una vez la expedición exploradora.

La Gran Excursión del Suroeste fue, pues, preparada para ser lanzada en la primavera de 1806. Durante esa primavera de 1806 hubo algunos intercambios de última hora entre Jefferson y William Dunbar sobre los objetivos de la Expedición. Aquellos intercambios tenían que ver con un problema muy serio que había surgido en 1805 y 1806 y que era la oposición española a la investigación.

Los españoles, por ejemplo, se negaron a emitir un pasaporte, que había pedido Jefferson, para esta expedición. Los oficiales españoles, de hecho, estaban francamente horrorizados de que los americanos fueran a explorar en el borde de sus asentamientos, y colonias establecidas en el suroeste por dos cientos años.

También estaban animados en su horror debido a las acciones de un escurridizo agente secreto, el general James Wilkinson, quien simultaneamente era general de rango en el ejército americano y también agente secreto número trece  que trabajaba para España

Wilkinson, en esa capacidad, pasó los años 1805 y 1806 enviando cartas a Thomas Jefferson, animándolo en sus designios de explorar el suroeste, describiendo para Jefferson cuan maravilloso era el campo de maravillosas producciones. Diciendo que el río Red encabezaba el terreno volcánico, y las montañas de sal, o en parte de sal. Remitió a la administración descripciones de unicornios, de masas gigantes de metal en los llanos sureños que todos pensaban eran grandes masas de plata o posiblemente platino. De hecho, resultaron ser meteoritos; uno de ellos fue recuperado de los llanos en 1810 por comerciantes americanos y resultó ser un gigantesco meteorito de casi dos toneladas de peso.

Pero todo esto eran cosas que nadie tenía ningún modo de explicar en ese tiempo, y Jefferson, siempre intensamente curioso por las curiosidades del oeste, fue en realidad estimulado en su interés del suroeste por estas descripciones que James Wilkinson y otros enviaban—había un gran número de otras personas que le mandaron descripciones de la área en 1805 y 1806.

Wilkinson, al mismo tiempo, animaba a los españoles a intentar capturar y parar estas exploraciones americanas en el oeste. En realidad dijo a los españoles que debían intentar mandar un contingente de tropas para capturar a Meriwether Lewis y William Clark, y dijo a los españoles y no en términos inciertos que, si Jefferson mandaba una expedición exploradora al suroeste no debían de ningún modo permitir que esa expedición penetrara en Santa Fe porque, dijo Wilkinson, si lo hacen, se dan cuenta ustedes, que el espíritu revolucionario de la época va a tomarles la delantera.

Reacciones Espanolas

Nadie sabe en realidad a ciencia cierta cuán manipulados fueron los espa ñ oles. No pienso que tuvieran que ser manipulados mucho. Estaban determinados por sus propias razones a no permitir a los americanos explorar el suroeste. En primer lugar, tenían miedo de dejar a los americanos entrar en contacto con las tribus indias de los llanos del sur. Los comanches , que eran numeros simos, y guardaban buenos recuerdos de los d’as cuando los españóles y los franceses haban competido por obtener sus favores, miraban ahora a los americanos como un nuevo competidor de los españoles, y estaban ansiosos de que los americanos llegaran a los llanos del sur.

Los españoles no tenían intención, pues, de dejar a los americanos con los comanches y grupos así, y de modo que por sus propias razones, los españoles estaban determinados a poner todo el empeño en bloquear estas expediciones americanas. Mandaron tres expediciones distintas para intentar capturar a Meriwether Lewis, mas el río Missouri estaba tan lejos que estas expediciones españolas nunca pudieron en realidad acercarse para capturar a Lewis.

Por otra parte, el río Red del Sur era fácilmente accesible a aquellas tropas españolas, de modo que España, en la primavera de 1806, comenzó a montar un plan con motivo de parar esta Exploración del Suroeste. Decidió—el gobierno español de Madrid, y de Cuba—antes de todo, alertar a las autoridades de Nuevo México y de Texas de la inminente expedición americana. Toda una serie de oficiales españoles, el comandante-general de las provincias interiores—que llevaba por nombre Nemicio Salcedo—dirigió personalmente la oposición. Instruyó al gobernador de Texas, de nombre Antonio Cordero y Bustamante, a asegurarse de que los americanos no llegaran al territorio de los Wichita y Comanches. Le dijo, haga lo que sea necesario, incluso una declaración de guerra a los Estados Unidos si hay que hacerla, pero no permita que esos americanos entren en contacto con los indios de las llanuras del sur.

De modo, que los oficiales españoles básicamente se arrojaronde lleno a una actividad febril. Montaron dos expediciones distintas para bloquear la exploración de Jefferson. Una se lanzó desde Natchitoches, una ciudad que distaba unas cien millas de Nacogdoches, en Louisiana. La expedición de Nacogdoches iba liderada por un hombre llamado Francisco Viana, capitán Francisco Viana. Consistía en unos doscientos doce dragones españoles—incluido un antepasado mío, que era teniente del ejército; tenía por nombre José Flores, de Nacogdoches. Era, de hecho, uno de los oficiales que termin ó por encontrarse con los exploradores de Jefferson en el verano de 1806.

La otra fuerza, que iba a ser la fuerza de seguros, se lanz ó desde Santa Fe bajo el liderato del teniente Fecundo Melgares. Era una fuerza de seiscientos hombres, y debía consistir en la p ó liza de seguros, como dije. En caso de que la expedición americana se las arreglara para pasar a Viana . . . o Viana, Melgares intentar’a enfrentarse con los americanos más lejos, río Red arriba.

Así los españoles, como lo describió Peter Custis en 1806, “Esta expedición parece haber echado todo su país a fermentar”. Y tenía razón. Los españoles estaban determinados a no permitir que esta expedición continuara.

Entre los múltiples descubrimientos científicos que la expedición de Jefferson al suroeste esperaba alcanzar, no eran sólo masas de metal (que resultaron ser meteoritos), montañas en parte de sal—y eso, en cierto modo, era realmente. . . . lo que reflejaba la realidad porque el río Red, encabezaba, por cierto, un área que estaba cubierta de yeso; es una región extremadamente cargada de sal y así eso no era enteramente una quimera. Pero una de las otras cosas que intriga a Jefferson acerca del suroeste eran las noticias de que los caballos salvajes rondaban en grandes manadas. De hecho algunos de los informadores le dijeron que había manadas de miles de caballos salvajes en el suroeste. Y esto en realidad intriga a Jefferson porque dijo, si es verdad, ésta es la primera vez en la edad moderna que el caballo puede ser estudiado en su estado salvaje. Así que tenía mucho interés en que sus exploradores echaran una ojeada a estas manadas de caballos salvajes. Por desgracia, no llegan tan lejos al oeste para ver estas grandes manadas. Mas esta era otra realidad; el suroeste estaba lleno de . . . algunos cálculos son . . . tantos como dos millores de caballos salvajes en 1800.

Destino Sante Fé

La Gran Excursión del Suroeste se lanzó con cierta fanfarria desde Natchez, Mississippi, en abril de 1806. Fue preciso transportar estas dos barcas de fondo llano especialmente construidas, estas artesanías experimentales, río Misisipi abajo por unas cincuenta millas y, después a la desembocadura del río Red, y volviendo después río Red arriba a una exploración que, la administración de Jefferson asumió sería de unas mil tres cientas millas, hasta las montaóas cercanas a Santa Fe.

En los últimos minutos, justo antes de que partiera la expedición, Jefferson y Dunbar decidieron limitar la expedición a explorar el río Red. Sólo parte de esto tenÌa que ver con las experiencias de Dunbar con los portadores de aquella expedición del río Washita un año y medio antes, y asì que básicamente habló a Jefferson de que limitara la expedición a un solo rìo. Dunbar quería en realidad explorar el río Arkansas porque temìa que los españoles pararìan al grupo en el río Red. Pero Jefferson insistió en el Río Red y asì, éste es el río al que el grupo volvió pues, el primero de mayo de 1806, con la idea de penetrar en él durante unas mil tres cientas millas hasta su nacimiento, que ellos creìan que estaba cerca de Santa Fe.

Jefferson estaba interesado en abrir Santa Fe al desarrollo comercial americano, y tenìa la sensación de que los ríos mayores provienen de las cordilleras. El general Wilkinson le habìa informado en 1805, de hecho, eso parece haber venido de los tempranos comerciantes americanos que habìan penetrado en el suroeste, que el RÌo Red, de hecho, drenaba una cordillera. Wilkinson había dicho a Jefferson, por carta, que río arriba el RÌo Red se bifurcaba. La rama norte del río fluye a través de una cordillera, y es la misma cordillera que encabeza el Río Arkansas. Jefferson asumió, desde luego, que eran las Montañas Rocosas/Rocallosas.

De hecho, lo que Wilkinson describió, de las anécdotas de los comerciantes pioneros, era esa parte norte del Río Red, que en realidad fluye por las Montañas Wichita del presente oeste de Oklahoma. El Rìo Arkansas no proviene de las Montañas Wichita, nace en las Montañas Rocosas a unas tres cientas cincuenta millas más lejos en el noroeste. También Wilkinson dijo que la rama principal del Río Red salía de una altura en el lado oeste, la cima de la cual presentaba un llano abierto. Y dijo, esa altura les cuesta a los indios atravesar tres o cuatro días. Se halla casi vacío de agua, y cuando se llega al otro lado de ese inmenso llano abierto, ese elevado llano (plateau), hay aguas que fluyen hacia el sur, que se presume que son aguas del Río Bravo, o Río Grande. Y dijo, se puede ver al noroeste una línea de montañas que van hacia el norte y hacia el sur.

Ahora bien, lo que los informadores de Wilkinson le describÌan era el real nacimiento del Río Red, que en realidad no drena de las Rocosas del sur de ningún modo, sino que tiene su nacimiento en el Llano Estacado, un inmenso plateau en los llanos de Texas y Nuevo México. Se piensa que el nacimiento del Río Red se encuentra hoy en el Cañón Palo Duro, en lo que es hoy la franja estrecha de Texas.

Jefferson, sin embargo, parece haber persistido en su creencia, a pesar de esto, lo que él debe haber pensado era una evidencia confusa, que el Río Red provenÌa de las Rocosas del sur cerca de Santa Fe, y así pues, mandó su expedición en mayo de 1806, Río Red arriba, con la esperanza de que sus exploradores fueran a alcanzar el área de Santa Fe. Eso, sin embargo, no iba a pasar.

La Gran Almadia y la Cienaga Grande

La expedición exploró durante tres semanas más abajo de Natchitoches, hoy en el estado de Luisiana, que era el último asentamiento americano en el Río Red. Aquí es donde John Sibly, el doctor John Sibley, el agente indio americano, fue localizado, y equipó la expedición en junio de 1806 con bienes de intercambio adicionales, de modo que el grupo pudiera intercambiar por caballos con los indios Wichita cuando llegaran lejos, río arriba.

Se añadió otro contingente militar a la Expedición en este punto, y eso hizo que el tamaño total de la Gran Excursión Suroesteo contara con cincuenta individuos, lo que le hizo ser una expedicin aún más grande que la de Lewis y Clark. De hecho, es el grupo de exploradores americanos más numeroso de la época. Incluía varios guías franceses, que iban a hacer de guías en los pueblos Wichita, e incluiría al final dos o tres indios Caddo asimismo como guías.

De modo que el dos de junio de 1806 el grupo partió de Natchitoches completamente equipado, listos para explorar el nacimiento del Río Red. De inmediato se encontraron con un enorme y lo que parecía ser un problema casi insuperable en la forma de un atasco de troncos que lo llamaron la Gran Almadía. Esta Gran Almadía databa quizas de unos mil años, y se extendía por cien millas río arriba. Para pasar alrededor de ella, la Expedición, que consiste ahora en siete barcas, tuvo que hacer un detour hacia el este alrededor del Río Red, por una creación del Río Red que en ese tiempo se conocía como la Gran Ciénaga. Los ecologistas consideran hoy que habría sido un terreno cenagoso que habría sido fácilmente el equivalente del de hoy, la Ciénaga Okefenokee de Georgia.

 

Mientras tanto, Peter Custis estaba haciendo su agosto catalogando los ejemplares botánicos y observando la vida slavaje neotropical. Era un paraíso para él, pero para el resto del grupo esto era evidentemente una auténtica pesadilla, al intentar pasar alrededor de la Almadía. Por fin se las arreglaron para hacerlo a principios de julio de 1806. En ese punto posaron en una aldea india, una tal Coushattas Alabama sobre el río, a donde los indios Caddo, que vivían a unas treinta millas al oeste, llegaron en tropel y pasaron cuatro o cinco íías con los exploradores, y Freeman les hizo la clásica presentación estilo Jefferson a los indios Caddos y Coushattas de Alabama a estos indios, que anteriormente habían sido indios españoles, y ahora tenían un nuevo Gran Padre en Washington, etc.

Los Caddos dijeron a los exploradores americanos que había ya un ejército español siguiendo sus movimientos en forma paralela en las colinas a unas veinte millas al oeste de allí, y que tal ejército iba dirigido por, como el jefe Caddo lo describió, un “mal hombre que cortó la bandera americana que ondeaba en la aldea de los Caddo,” y se preparaba a parar por la fuerza la expedición americana. Y así el grupo de Freeman y Custis estarían preguntándose en este momento si iban a vivir o no en lo que trajera el próximo mes de exploración.

Encontrandose con el Otro

Pero en cualquier caso, como Jefferson los había instruido, continuaron río arriba con los guías Caddo, y durante unas tres semanas más, de hecho hasta la fecha del 19 de julio de 1806, la Expedición Freeman y Custis exploró Río Red arriba a través de lo que es ahora el noroeste de Luisiana, suroeste de Arkansas, la esquina nordeste de Texas, y casi habían alcanzado el borde este de lo que es ahora Oklahoma, cuando sepenteando por el río se encontraron a la vista de una fuerza española cuatro veces del tamaño de su grupo, desplegados en una posición al otro lado del río.

Freeman, en este punto, consultó sus órdenes, consultó con el capitán Richard Sparks, quien desplegó la Expedición en posición de defensa. Y por dos días estas dos fuerzas opuestas, los americanos con sus ojos puestos en el oeste americano y el futuro del oeste, y los españoles, que representaban un imperio decadente en el oeste americano, que estaba en realidad en sus últimas décadas . . . sus dos últimas décadas . . . de disfrutar cualquier tipo de soberanía en esa parte del mundo —se miraban uno a otro en el Río Red mientras el capitán Viana de la fuerza española, y Freeman y el capitán Sparks de la fuerza americana, tuvieron dos días de conversaciones. Viana fue cortés, pero firme.

Dijo, mis instrucciones son, que ustedes no pueden continuar más allá de este punto. Dijo, este es el punto más distante de siempre donde los franceses establecieron sus asentamientos y puestos. En realidad los americanos habían rebasado un antiguo puesto francés dos días antes. Y los españoles habían instalado su bloqueo del río a unas cincuenta millas río arriba de ese antiguo puesto francés , y Viana dijo, este es el punto más distante hasta donde los franceses subieron por el Río Red; el territorio por encima de esto es nuestro, y ustedes tendrán que dar la vuelta atrás al territorio americano.

Freeman miró sin duda a la carta de instrucciones de Jefferson acerca de la exploración, y leyó aquel párrafo donde Jefferson le dedía, Si se enfrentan con una fuerza superior, queremos que vuelvan atrás y traigan cualquier información que tengan. Y así pues, después de dos días de considerar su situación, Freeman decidió volver atrás.

Y así la Expedición se había encontrado con “el otro” en el suroeste, y terminó por volver atrás y seguir río abajo. Esa fue la suerte de la Expedición del Suroeste de Jefferson. Enfrentó a hispano—americanos que estaban resueltos a no dejar explorar su territorio y les forzó a retroceder.

El resultado de la Expedición condujo a lo que casi fue una guerra entre Estados Unidos y España. De hecho, dos ejércitos opuestos se enfrentaron en el territorio entre Texas y Louisiana en el verano de 1806. Terminaron finalmente por firmar el acuerdo “terreno neutral” de 1806, que establecía un terreno neutral entre las posesiones españolas y las americanas del borde sur del Territorio de Luisiana. Y esa situación prevaleció hasta 1819, cuando el Tratado Adams-Onís estableció finalmente una línea divisoria entre los dos poderes.

A propósito, el Tratado Adams-Onís incluía el Río Red como límite entre el Texas español y la Luisiana americana.

Custis estaba, como recordarán, en un programa médico de la Universidad de Pennsylvania. Regresó a la Universidad de Pennsylvania, obtuvo el Doctorado en Medicina en 1807, así que era el cirujano. Era un entrenado . . . y después de 1807 fue ya el Doctor Custis.

La Expedicion Perdida

Si hubo alguna vez una expedición perdida en la historia americana, es ésta, y es una de las . . . Pienso que una de las cosas relevantes acerca de la Expedición Freeman y Custis es que casi ha caído totalmente en el olvido. Pienso un poco en que, con el bicentenario de la Expedición Lewis y Clark, va a gozar de un cierto resurgimiento, porque va saltando un poco tras Lewis y Clark como la cola enganchada a una cometa, en cierto modo. La gente que está intrigada por Lewis y Clark no puede sino estar intrigada por el hecho de que existe otra expedición del tipo Lewis y Clark, cuya suerte ofrece cierta vista alternativa de lo que posiblemente habría podido suceder a Lewis y Clark si las cosas se hubieran desdoblado de una forma ligeramente distinta.

Y bien, refleja a Lewis y Clark de un modo que hace a esa expedición aún más dramática y apasionante de lo que sería de otra forma. Hay otra expedición lanzada dos años más tarde: fue bloqueada por un poder extranjero.

Esta expedición se volvió invisible casi inmediatamente. Y sin entrar en las razones de que fuera así, pienso quizás que lo más importante fue el hecho de que en realidad no jugó un papel en el tema mítico de la expansión americana a través del oeste. Mientras Lewis y Clark pueden más o menos verse como una expedición que prepara el terreno para el futuro comercio, para las inmigraciones eventuales del Oregon Trail, asentamiento en el oeste, etc.

Esta expedición bloqueada por el ejército español en 1806, no se asienta simplemente en la idea de expansión americana por el suroeste. Ahora bien, puede ser, en nuestro propio tiempo, a medida que la historia del oeste se vuelve más multicultural, que los hispano-americanos del suroeste contemplen a esta expedición como una de sus ciertas victorias que bloquea la expansión imperialista americana en el oeste. Mas, yo pienso, que en términos de la historia nacional americana, es éste uno de los acontecimientos que pueden incluirse cómodamente en la historia de una cierta migración exitosa de la gente americana a través del continente.

Otro elemento que hace a esta expedición invisible hasta cierto punto es que los resultados científicos fueron relativamente, insignificantes y en realidad fueron debilitados por la manera en que la expedición fue divulgada por la administración de Jefferson. El mapa que resultó de esta expedición es extraordinario, peroen realidad, no exploró muy adentro en el territorio que los franceses ya habían explorado. Así que no proveeyó mucho en cuanto a nuevos descubrimientos geográficos.

El trabajo de Peter Custis, por otra parte… pienso que si los eventos hubieran sucedido de un modo un poco distinto, podr’a haber hecho la expedición conocidísima y famosa, pero de hecho, el modo en que apareció el trabajo de Custis causó que la expedición resultara más deslucida. Lo que pasó fue que Custis esbribió descripciones de más de dos cientas sesenta y siete plantas y animales y las describió en esta expedición de cuatro meses y medio. Es una notable semi-máquina de tiempo ecológico en cómo aparecer’a el Río Red en 1806.[2]Ejemplos del trabajo de Custis incluyen: Culver’s Root, Veronicastrum virginicum; lisianthus, Eustoma grandiflorum; Mississippi Kite, Ictinia mississipiensis; Carolina Parakeet, Conuropsis … Continue reading

Mas por desgracia la administración de Jefferson, al imprimir el trabajo de Custis y su informe sobre la expedición, contrataron a una persona llamada Nicholas King para redactar-volver a escribir los diarios de los dos exploradores. Y King evidentemente era ajeno enteramente al latin científico y a la nomenclatura latina y destrozó horriblemente en la publicación hecha, el cuidadoso trabajo de historia natural de Custis. Apareció en 1806: “Un informe sobre el Río Red en Luisiana por los Maestros Freeman y Custis. “Es un buen informe sobre la expedición, pero la parte sobre la historia natural fue absolutamente malísimo. Y el resultado fue que la comunidad cient’fica americana hizo básicamente caso omiso de la exploración. Esta fue en cierto modo una producción cient’fica vergonzosa del gobierno americano.

Corto Recorrido

La expedición duró desde cerca del dos de abril hasta el primero de septiembre de 1806. Sin embargo fue bloqueada por la fuerza española el 29 de julio de dicho año. De hecho, el capitán Richard Sparks fue promovido un grado, a mayor, creo, más tarde, en el otoño, como resultado de sus acciones defensivas cuando el grupo se enfrentó con los españoles, y su promoción fue trasladada a la fecha del 29 de julio.

La bajada del río, del 29 de julio al primero de septiembre, no fue de hecho, exploratoria. Cuando regresaron a la aldea Alabama Cashatta por encima del Gran Raft, pidieron actualmente caballos prestados de los indios y dieron un rodeo alrededor del Gran Swamp/Ciénaga esta vez, y llegaron de nuevo a Nacogdoches el primero de septiembre. Podr’a hacer notar que es éste el mismo mes en que Lewis y Clark llegaron a St. Louis después de 28 meses, y 8.000 millas de Expedición al Pacifico.

Custis regresó a la Universidad de Pennsylvania, obtuvo el Doctorado en Medicina en 1807, fue a Newburn, Carolina del Norte, se casó con la hija de un colega f’sico, se instaló en una clínica de médico, dio nombre de Linneaus a un hijo suyo, y nunca parece haber practicado de nuevo la historia natural. Vivió hasta 1842—fue el más longevo de todas las personas involucradas en esta expedición, y no parece haber obtenido fama alguna por su participación en ella.

Thomas Freeman vivió hasta 1821. De hecho, Jefferson lo nombró agrimensor general de todas las tierras del sur de Tennessee. Fue ése un puesto que conservó hasta su muerte en 1821. Y Jefferson iba a mandar a Freeman Río Arkansas arriba en 1807. Probablemente iba a mandar también un naturalista, mas sabemos de cierto, porque el Congreso, con el resultado de la Expedición del Río Red reciente en sus memorias, se negó a apropiar fondos para una de 1807 del Rio Arkansas, y as’ Freeman no llegó nunca a explorar el Arkansas.

La Expedición es hoy, como he dicho, casi desconocida. De hecho, no existe hoy ni un solo indicador histórico en Louisiana, Arkansas, Texas , u Oklahoma, que señale que esta expedición tuvo lugar.

Epilogo

El Río Red continuó eludiendo a la exploración americana por otros setenta años. La Expedición Long de 1819-1820 fue para concentrarse en el Río Red. Partió de Council Bluffs, a través de las llanuras de Colorado, exploró el ámbito frontal de Colorado, y Stephen Long siguió después la parte frontal de las Montañas Rocosas abajo dentro de Nuevo México, buscando un río que saliera de las Rocosas del sur, pensando que sería el Red. Encontraron tal río, empezaron a seguirlo atrás hacia el este, y después de unas 350 millas desembocó en el Arkansas. Resultó ser el Canadian/Canadiense.

Así que la Expedición Long fracasó también en su intento de encontrar el nacimiento del Río Red. En 1852 el gobierno mandó a Randolph Marcy al suroeste para que tratara de encontrar el nacimiento del Río Red. Exploró el Río Red arriba y llegó a aquellos terrenos de cañón del Panhandle de Texas, subió por uno de aquellos cañones realmente dramáticos, que llaman Cañón Tulé, proclamó que era el nacimiento, y durante unos veinticinco años todos asumieron que lo era, hasta que los comandantes del ejército durante las guerras con los indios en los años 1870 empezaron a descubrir más cañones, más arroyos y ríos más lejos en el oeste.

Y así finalmente, en 1877, el Congreso mandó otra expedición bajo la dirección de un tal Ernest Ruffner, que pasó cuatro meses y finalmente hizo el mapa del nacimiento del Río Red. Era el río principal de todo el oeste que debía ser explorado. El nacimiento del Río Red fue finalmente descubierto en la misma década en que se encontró el nacimiento del Nilo en Africa. Se dilató hasta los años 1870.

 

Notes

Notes
1 El profesor Flores es el autor de Jefferson & Del sudoeste Exploración: El Freeman & Cuentas Custis del río Rojo Expedición de 1806 (Norman: University of Oklahoma Press, 1984).
2 Ejemplos del trabajo de Custis incluyen: Culver’s Root, Veronicastrum virginicum; lisianthus, Eustoma grandiflorum; Mississippi Kite, Ictinia mississipiensis; Carolina Parakeet, Conuropsis carolinensis; y la Louisiana Fox Squirrel, Sciurus niger ludovicianus Custis.

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Discover More

  • The Lewis and Clark Expedition: Day by Day by Gary E. Moulton (University of Nebraska Press, 2018). The story in prose, 14 May 1804–23 September 1806.
  • The Lewis and Clark Journals: An American Epic of Discovery (abridged) by Gary E. Moulton (University of Nebraska Press, 2003). Selected journal excerpts, 14 May 1804–23 September 1806.
  • The Lewis and Clark Journals. by Gary E. Moulton (University of Nebraska Press, 1983–2001). The complete story in 13 volumes.